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La interpretación de las Korpus Dantzak a cargo de Oinkari cautivó a la delegación Oñatiarra.
La alcaldesa Izaro Elorza, y el concejal de cultura Iñaki Olalde con los y las dantzaris de la agrupación Oinakari de Boise, y ambos junto a Iñaki Galdos en la presentación de su libro.
Viernes, 1 de agosto 2025, 22:23 | Actualizado 22:56h.
El 'Jaialdi' de Boise está dejando un recuerdo imborrable en la delegación oñatiarra. El gran festival que la diáspora vasca celebra en la capital de Idaho (EEUU) ha conquistado a la alcaldesa Izaro Elorza y el concejal de cultura Iñaki Olalde.
Ambos, junto a Iñaki Galdos, autor del libro 'Abentura bat baino gehiago. Boise Oñati, 1974-2024' están viviendo una semana muy intensa y emotiva. Un carrusel de emociones que llega a su fin, ya que la fiesta que atrae a miles de personas de todo el mundo se despide mañana.
La celebración de la cultura e identidad vasca con música, danzas, deporte rural, gastronomía, simposios, exposiciones y mucha emoción colectiva ha llenado a la representación institucional oñatiarra que no tiene más que palabras de gratitud y orgullo.
«La presentación de 'More than an adventure. Boise-Oñati 1974-2024' la versión inglesa del libro que recoge el 50 aniversario del primer programa de estancias que estudiantes y profesores de la Universidad de Boise llevaron a cabo en Oñati durante un lustro con la historia, la cultura y la lengua vasca como principales señas de identidad, ha sido un éxito, y la acogida que nos ha brindado Boise ha sido excepcional» relatan.
Les ha emocionado especialmente la interpretación del grupo Oinkari de las Korpus Dantzak, y en su discurso la alcaldesa Elorza tuvo un guiño a Oñatz y en especial a Txutxin, que instruyó a los primeros dantzaris de Boise. «En 2030, coincidiendo con el próximo 'Jaialdi' se cumplirán 50 años de la primera vez que nuestro baile más representativo se escenificó en Boise y sería bonito que Oñatz estuviera aquí» señaló.
También quiso poner en valor la aportación a la conexión que hay entre Oñati y Boise de Jexus Alzelay, que abrió el bar Oñati en Boise y el Boise en Oñati. Y no se olvidó de todas las personas que entre 1974 y 1979 participaron en el programa universitario, y en especial a quienes como Sheila, que ha enseñado inglés a cientos de oñatiarras, echaron raíces en Oñati. Pero también a todos los que de regreso a Idaho, mantuvieran vivos los lazos existentes y fueron embajadores de la cultura euskaldun.
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